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Cultura reclama sus competencias en Grandas de Salime
El diario La Nueva España informa del requerimiento enviado por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Principado de Asturias denunciando la ilegalidad del contrato suscrito por el Ayuntamiento de Grandas de Salime, mediante empresa de trabajo temporal, con el arqueólogo Francisco Cuesta Toribio, imputado por la Fiscalía Superior del Principado de Asturias por irregularidades cometidas en el tiempo que ejerció como director del Museo Etnográfico de Grandas de Salime, puesto al que accedió por designación directa sin concurso, publicidad ni concurrencia, razón por la que su nombramiento fue declarado nulo por los tribunales de justicia.
El contrato del arqueólogo segoviano que dirigió las excavaciones en la Campa Torres, donde en el lamentable estado de conservación de gran parte de su colección arqueólogica el Fiscal Superior de Asturias también apreció indicios de delito en 2010, tiene un coste para las arcas municipales superior a los 47.000 euros.Descargar Artículo LNE edición 27 de julio de 2010. La Fiscalía ve indicios de delito en la Campa Torres
La Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Principado de Asturias considera nulo de pleno derecho el pliego de cláusulas administrativas que rigen el contrato “al haber sido dictado por órgano manifiestamente incompetente por razón de la materia”. Con ellas, el Ayuntamiento de Grandas de Salime pretende arrogarse la máxima autoridad en la gestión del patrimonio arqueológico del concejo, especialmente el del castro de Chao Samartín donde desde hace años tiene vetado el acceso a los investigadores quienes han llegado a ser denunciados en reiteradas ocasiones por el alcalde, Eustaquio Revilla, tal y como ocurrió con el propio arqueólogo del Principado de Asturias durante el ejercicio de sus cometidos laborales en el yacimiento.
El parón en el estudio e investigación de nuestro patrimonio castreño que ha provocado la injustificable actitud municipal afecta no sólo a la colección arqueológica recuperada en el castro grandalés sino también a los materiales que durante estos últimos años fueron descubiertos en otros yacimientos de la comarca como Pendia (Boal), Pico da Mina (San Martín de Oscos), San Isidro (San Martín-Pesoz), Mohías y Villacondide (Coaña) y Os Castros (Taramundi), cuyo depósito había sido centralizado para la restauración y estudio en las instalaciones de Grandas de Salime bajo supervisión del Museo Arqueológico de Asturias y el equipo de técnicos del Plan Arqueológico de la Cuenca del Navia que patrocinaba el Principado de Asturias.
Confiamos en que ésta sensata y valiente decisión del Gobierno de Asturias sea el primer paso para poner fin a una situación anómala que pone en serio riesgo la conservación de una parte especialmente significativa y sensible de nuestro patrimonio arqueológico y que ha dañado, tal vez irreversiblemente, las líneas de investigación que tan fructíferos resultados han aportado durante los últimos años.
